Detrás de cada fotografía que ves hay tiempo, cuidado y mucho corazón. Empecé en esto por amor a las historias y por la fascinación que siempre me generó lo real. Me implico en cada sesión porque entiendo que lo que capturo no es solo una imagen, es un recuerdo que vas a querer conservar.
Desde el primer contacto creo un espacio en el que puedas relajarte, sin sentirte observado, sin presión. Solo así consigo imágenes honestas. No retoco lo que no necesita retoque ni oculto lo que es parte de ti. Busco mostrarte desde una mirada real y sin adornos innecesarios.
Elijo un enfoque cercano porque sé lo importante que es sentirte cómodo frente a la cámara. Cada sesión es una experiencia en la que el ritmo lo marcas tú, sin imposiciones.
Escucho lo que necesitas y adapto la sesión para que te sientas cómodo, respetado y acompañado en todo momento.
Trabajo en lugares donde te sientas libre, sin forzar situaciones. Esto se nota en el resultado: imágenes sinceras y llenas de vida.
Busco que cada entrega sea más que un archivo: un conjunto de recuerdos con los que conectes de verdad.